Cuando pensamos en el Llano, nos imaginamos sabanas eternas, atardeceres, fauna preciosa, ganado, caballos y palmas de moriche; coexisten en ésta tierra plana varios ecosistemas, uno de ellos, el más extenso: la sabana inundable, que todo el tiempo brinda postales y que vive inundado gran parte del año, donde la actividad económica principal es la ganadería aunque los indicadores productivos son muy bajos por las condiciones edafoclimáticas extremas y que hasta hace pocos años no contaba con acceso vial, se llegaba en Rally de 4×4, lanchas y caballos.
Pues la historia de hoy tiene que ver con otro de esos personajes que he conocido gracias al Facebook.
Un abogado consagrado a su trabajo, Boyacense de origen pero Casanareño por amor al Llano, su nombre Rafael Gaitán Gómez, un hombre brillante, con gran capacidad de lectura y análisis, al que su trabajo le permite administrar su tiempo, que dedica a su linda familia y a realizar activamente sueños en los proyectos que emprende, dentro de ellos la ganadería, como “neo ganadero” y “científico de chinchorro” como dice de él mismo.
Junto con su hermano Germán Gaitán Gómez tienen en sabanas inundables de Paz de Ariporo – Casanare, una hacienda que no puede tener otro nombre que La Gaitana; la ganadería de cría que allí comenzaron a fundar hace veinte años, se convirtió apenas en los últimos años en su reto personal, pues a pesar de no poder frecuentar el “fundo” tanto como quisiera y que sus actividades e ingresos principales aún no pueden depender de la finca, tiene claro que es urgente hacerla productiva.
Cuando Rafael me contactó por face en el 2018 me dijo que quería conocer nuestro trabajo y que tomaba un cupo para él, otro para su hermano Germán y otro para su encargado José Betancur en una de las giras para recibir capacitación práctica en lo que fueron nuestros inicios, bueno desde ahí hemos construido una sólida amistad donde definitivamente yo he salido más beneficiada por sus excelentes relaciones públicas, porque con su capacidad de disertación y humor inteligente me ayudó a proyectarme, a entender que la ganadería regenerativa no tenía fronteras, que los conceptos agroecológicos son contundentes pero que eran transversales para ricos y pobres de la Orinoquia.
Debo resaltar que él fue el primero en pagar consultoría, llevó al profesor Nelson Velásquez a la expedición de La Gaitana, ha venido apropiando los conceptos y soluciones que el manejo holístico ofrece, comprende y transmite los principios de la ganadería regenerativa por que le encanta rodearse de mentores a los que hábilmente motiva para extractar el mayor aprendizaje, gracias a ello, su primera decisión disruptiva fue el cambio de sus toros Guzerat por Romosinuano y hoy está pensando seriamente en los búfalos, pero sobre todo le ha invertido en capacitación a su equipo.
Seguramente se concrete también su proyecto de crecer en experiencias con su familia fuera del país por un tiempo, pero su corazón se quedará en el Llano y quiere que no olvidemos que La Gaitana está ahí, para seguir regenerando con respeto por la tierra, sin forzar a los elementos de la naturaleza sino adaptándose al paisaje de los Morichales.
Disney Baquero Umaña
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Ganadera regenerativa
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