Hace unos años para un campesino era insólito comprar la yuca, el plátano, el maíz en la ciudad, luego se volvió frecuente salir a las ciudades a comprar para llevar a la finca, porque era más barato que producir y no había que cuidar. Hoy las ciudades no se abastecen solamente de lo que se produce en Colombia sino que el 30% se trae de otros países que son más eficientes o tienen menor costo de producción. Ya tomamos café de Brasil, arroz de Ecuador, papa de Bélgica, maíz y trigo de Estados Unidos. Pero la gente quiere comida en cantidad, sin estacionalidad y barata entonces no nos fijamos de dónde provenga y nuestro menú se va volviendo cada vez más predecible. Pero por qué se da éste fenómeno? Por qué somos ineficientes? Por qué el transporte interno de nuestros alimentos cuesta más que traer en barco? Son muchas preguntas y muchos procesos que regenerar. Colombia tiene un gran potencial agrícola debido al volumen de tierras fértiles que posee, además de las extensiones de agua que facilitan el cultivo. Sin embargo, según el expresidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, Rafael Mejía López, las importaciones agrícolas provenientes de Estados Unidos se han duplicado en los últimos años, y las importaciones en productos alimenticios representan el 28% de los consumidos por los colombianos. Las producciones de los campesinos y agricultores no pueden competir con la alta demanda y con la competencia de las importaciones por varias razones: casi dos tercios de las parcelas habilitadas para la siembra están siendo mal utilizadas, la tecnología necesaria para el cultivo y recolección es insuficiente, los insumos tienen altos costos y, finalmente, las precarias condiciones de la infraestructura vial dificultan la comercialización de los bienes producidos, el transporte podría llegar a costar más de lo que vale la carga, generando pérdidas para los productores. El trópico es generoso en temperatura, lluvia, brisa, biodiversidad, tenemos tantas hectáreas para producir alimentos de alto valor biológico con sabores únicos, pero por ir copiando los modelos de otros países no hemos construido nuestro modelo productivo. Sin identidad, sin denominación de origen, sin sostenibilidad no podemos competir, llegó la hora de que todos aportemos para que los campesinos no sigan abandonando el campo. Somos un país con raíces campesinas, con abundancia, con biodiversidad. Revisa el origen de tus alimentos, dale prelacion a los productos locales y regenerativos. Si llevamos a nuestros hijos a cosechar en granjas abiertas cercanas a las ciudades, ellos entenderán que los alimentos se producen en el campo colombiano. En el llano no se da lo que no se siembra, el tomate no será gigante pero es tomate. Disney Baquero @cnganaderos Disney Baquero Umaña Ganadera regenerativa @cnganaderos https://centrodenegocioganaderos.com/